Un consejo para que te recomienden

recomendar

Una de las claves cuando se encara un negocio es poder desarrollar el aspecto comercial. Esto quiere decir en definitiva… tener clientes. Para ello, pensamos y diseñamos distintas estrategias, tanto desde el punto de vista de producto, del servicio, del sistema de distribución, más campañas de comunicación, entre otras cosas.

Ahora bien, ¿cómo se hace en el caso de tratarse de servicios, más específicamente en el caso de negocios  unipersonales?

En este rubro, las fórmulas que funcionan para las típicas empresas, no son tan efectivas. Primero, por la limitación de presupuesto. Segundo, porque las acciones tácticas (me abro una cuenta en Facebook, tengo un perfil impecable en Linkedin, desarrollo una página web, reparto folletos, etc.) son necesarias pero no son suficientes.

Es que en este tipo de negocios, son fundamentales el boca a boca y la recomendación.  Cuando uno arma la rueda, se puede ir notando que un conocido llevo a otro conocido, y así se va completando la agenda de clientes a desarrollar y tener. Proceso que lleva tiempo, no es para ansiosos, pero si se es constante y sobre todo buen profesional, se termina alcanzando cierta estabilidad.

Pero, ¿existe algún atajo? ¿Existe alguna forma de que esto se acelere o precipite?

En mi experiencia, la mejor forma o camino para que te recomienden… es RECOMENDANDO. Es decir, si uno quiere ser beneficiado con la recomendación de otro, es importante… que uno también recomiende.

Esta recomendación, tiene que ser una recomendación ACTIVA, no pasiva. Activa significa que, dentro de las posibilidades de uno, ofrecer el servicio de gente de confianza, a clientes, amigos, conocidos. Estar atentos para “Unir puntas”. Pensar la propia propuesta de valor, como una propuesta extendida, donde sumar a otros profesionales para recomendar trabajos.  ¿A quiénes? Obviamente, a gente que se merezca ser “recomendada”, dado que el nombre de uno está en juego.  Todo dentro de un genuino interés por ayudar.

Si esto se logra, tiene un efecto maravilloso. Pero OJO! Puede ser, y pasa muchas veces, que si uno recomienda a alguien para un trabajo, no recibe el agradecimiento ni la devolución esperada. Pero no importa: todo vuelve. Increíblemente, o no, termina siendo uno recomendado para un trabajo, directa o indirectamente.

En definitiva, si queres ser recomendado, recomienda primero.  Es la forma más básica de generar un circuito virtuoso de recomendación y boca a boca.

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Diego Regueiro

Director Ejecutivo
www.marketingyestrategia.com


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