¿Abandonar a un perrito lindo y querible? ¿Cómo es posible?
La idea de este comercial (que no es nueva) es el de jugar a “engañar” al que mira, llevando la historia para un lado, para luego rectificar el rumbo con un porque algo fantasioso pero liberador de culpas.
Por suerte, el abandonado es un auto y no un perro.
Diego Regueiro
Director Ejecutivowww.marketingyestrategia.com